Koi, décimo miembro de CAE

Hace unos meses, curioseando por el área de paisajismo de Infopez, me encontré con un post de un chico de nick Koi__XX que planteaba el montaje de un nuevo plantado, ofreciendo todos los datos, perfectamente ordenados, acompañados por un croquis en vista de planta de las pretensiones que deseaba plasmar en su futuro acuario. Al instante, aquel post de llenaba de respuestas, cada una de ellas ofreciendo recomendaciones sobre las bases que tenía planteadas. Este hombre supo aplicar el filtro oportuno para compilar cada una de aquellas sugerencias y amalgamarlas con acierto en la base que daba viabilidad al proyecto que a los pocos días ya mostraba.

Desde sus inicios saltaba a la luz un escrúpulo especial, una gran meticulosidad y la claridad que ofrecen las ideas acertadas en un montaje que desde el principio se apoyaba en un planteamiento sólido, pensado y metódicamente llevado a la práctica.

Al cabo de no mucho tiempo se mostraban imágenes de un acuario perfectamente estructurado, impoluto y de un atractivo que llamaba la atención de quien lo observaba.

Juan Manuel (Koi) había logrado la recompensa de todo un trabajo ordenado, minuciosamente pensado, en donde la ilusión de avanzar se veía notablemente reconocida por su pulcra labor. Hoy aquel acuario, que supo seducirme desde el principio, pide silencio con la única pretensión de dejarse observar con detenimiento por todos los ojos deseosos de belleza.

Juan Manuel hoy aumenta las filas de CAE y lo hace con toda su ilusión, compartida por la ilusión sumada del resto de sus compañeros.

Juanma, bienvenido a casa.


Carta de presentación de Juan Manuel Molina

Hola a todos

En un día como hoy, me viene a la cabeza el primer acuario que tuve (si se le puede llamar acuario). Era una bola, con grava multicolor y un pequeño pez naranja de ojos saltones, que había sido el premio por romper tres palillos con una escopeta de aire comprimido en un puesto de la feria de mi barrio.

Recuerdo la ilusión con que lo llevé a casa, y como al día siguiente, le compramos comida en una tienda... y como murió poco después. Tal fue mi disgusto, que mi padre me llevó a una tienda de mascotas, de donde salimos con un pequeño acuario, graba de colores, un par de botes con sustancias “mágicas”, una bolsa llena de peces negros y naranjas, y un montón de plantas de plástico que recuerdo perfectamente.

Muchos años después, cuando era yo el que esperaba una hija, me propuse retomar de nuevo la afición, buscando algo a lo que dedicar las muchas horas que sin duda iba a pasar en casa entre biberones y pañales (y que no tuviera las incompatibilidades que mi mujer veía en los hurones que hasta entonces me habían acompañado).

Buscando en la red, di con uno de esos acuarios maravillosos que circulan por el google con frecuencia, y me dije “yo quiero saber hacer algo así”, y descubrí que uno de mis grandes defectos, la impaciencia, era el mayor enemigo de mi nuevo hobby. Más errores, más desastres… pero por suerte, nuevamente en la red, encontré varios lugares donde compartir mis dudas y satisfacer la desmesurada curiosidad que siempre me lleva a intentar saber el porqué de las cosas.

Navegando, navegando, di con gente como Plequi, Demasoni, Nachete, Spelvin… que me abrieron las puertas de su experiencia para iniciarme en el mundillo, y finalmente, Alberto Sosa, Samsara, Pele, Faer y muchos otros, que me mostraron un nuevo horizonte en la acuariofilia: el aquapaisajismo.

Y así, hace algunos meses, inicié con los pasos firmes de alguien que aprende de los mejores el proyecto que me ha llevado hasta aquí, a que un grupo de personas al que admiro profundamente me ha considerado digno de pertenecer a su colectivo con mi humilde “Enjoy the silence”.

A todos y cada uno de vosotros, gracias por esta oportunidad de seguir progresando en el paisajismo acuático, os prometo que trabajaré con toda mi honradez para que este colectivo siga creciendo con el virtuosismo que lo caracteriza, y lo haré con la misma ilusión de aquel niño que llevaba su pez naranja a casa después de la feria.

Un saludo. JuanMa.

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